La Escuela de Ámsterdam, la belleza como ideario social

Autores/as

  • Noud de Vreeze
  • André Ouwehand

DOI:

https://doi.org/10.5821/ace.v2i4.2386

Palabras clave:

Escuela de arquitectura de Ámsterdam, Tellegen, Wibaut, Keppler, Berlage, De Klerk.

Resumen

Entre los años 1920 y 1940 particulares y corporaciones de vivienda construyeron en Ámsterdam más de 80.000 viviendas, que se sumaron a las aproximadamente 140.000 viviendas existentes. Entre los proyectos más llamativos de este período están los complejos residenciales diseñados por arquitectos de la llamada “Escuela de Ámsterdam”, cuyo representante más significativo fue Michiel de Klerk. Los ejemplos más hermosos no son villas aisladas destinadas a las clases más pudientes, sino viviendas sociales de alquiler construidas por encargo de las corporaciones de vivienda. Los llamaban “Palacios para los trabajadores”: la belleza como ideario social. Fueron construidas dentro del marco de nueva legislación gracias a la colaboración de políticos, arquitectos-urbanistas, corporaciones de vivienda y arquitectos. Muestras de una época que se caracterizó por el compromiso social, optimismo, dinamismo e idealismo. En este artículo se tratan estos pilares con el orden siguiente: la Ley de la Vivienda de 1901, el surgimiento de las corporaciones de vivienda, los cambios en la política municipal y la trama tan especial que surgió a principios del siglo XX. Esto dio lugar a las hermosas manzanas de los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam dentro de los nuevos ensanches de la ciudad. En los últimos años se han desarrollado muchos esfuerzos para conservar adecuadamente este legado arquitectónico y en algunas ocasiones para devolverlo a su honra originaria.

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