Transhumanismo : la convergencia de evolución, humanismo y tecnología de la información
Resumen
Durante los siglos pasados el humanismo se ha desarrollado a través de un gran número de confrontaciones e interacciones con otros movimientos. Como con razón observaba Harry Kunneman, el actual rector de la Universidad de Estudios Humanísticos de Utrecht y uno de los principales cerebros del movimiento humanista en los Países Bajos, esto significa que en el pasado los humanistas tomaban a menudo la ofensiva: «Como defensores de una visión universal de la humanidad, ellos libraban una batalla contra el tradicionalismo y el dogmatismo religioso, en nombre de valores como justicia, igualdad, humanidad y realización personal sin restricciones. En esa lucha ellos tuvieron la historia de su lado - la historia de la civilización occidental y, por con- siguiente, también la historia de toda la humanidad, desde el radiante inicio de la verdadera humanitas en la cultura antigua hasta la promesa de «prosperidad y bienes- tar para todos» ofrecida por la industrialización, modernización y el progreso científico. La imagen positiva que el humanismo del siglo XX ha formado de sí mismo está profundamente marcada por la autoconfianza propia de la modernidad, por el orgullo de saberse representante de un poder positivo y orientado al futuro, que al mismo tiempo respeta la religión y la tradición»."1 A principios del siglo XXI, según Kunnemann, los papeles perecen haberse invertido. Concretamente, en la confrontación entre el humanismo y el postmodernismo son los humanistas los que están obligados a defenderse. No acostumbrados a llevar la discusión desde una posición de defensa, los humanistas frecuentemente eluden esta confrontación simplemente rechazando el postmodernismo como «un desenfrenado relativismo» o «puro nihilismo», sin más. Según Kunneman, es una estrategia poco fructífera, no solamente porque el postmodernismo se muestra razonablemente crítico con los estrechos vínculos existentes entre la racionalidad tecnológico-científica y la confianza en que el mundo y el humanismo de hoy son manejables y controlables, sino y sobre todo porque la crítica postmodernista se basa en los valores que juegan el papel protagonista en la tradición humanística - valores como autorrealización, savoir-vivre y criticismo radical. Para Kunneman, el postmodernismo es una forma radicalizada del humanismo, lo que per- mite a los humanistas a reconsiderar con más radicalidad los conceptos humanísticos, tales como individualidad, autonomía y comunidadDescargas
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