Históricamente, las personas han tratado de adaptar el entorno a sus necesidades. Hoy en día, el diseñar adecuadamente un entorno implica tener en cuenta a todos los usuarios. Por ello, la accesibilidad ha
pasado a ser una característica básica a tener en cuenta desde el inicio de cualquier proyecto, lo que introduce la cuestión de cómo intervenir el patrimonio histórico para hacerlo accesible, es decir, cómo plantear la intervención en monumentos, jardines históricos, hallazgos arqueológicos, etc., teniendo en cuenta que todas las personas tenemos derecho a acceder al patrimonio como una parte fundamental de nuestra propia cultura.
A pesar de ello, muchos de los bienes patrimoniales presentan barreras importantes de acceso. Además, la posibilidad de actuación sobre estos bienes es limitada debido a las necesidades de conservación de
los mismos como parte fundamental de la cultura.
Combinar los conceptos de patrimonio y accesibilidad puede parecer contradictorio, debido a que el primero busca intervenciones mínimas mientras que el segundo requiere de intervenciones que eliminen las barreras de acceso con el fin de conseguir una accesibilidad integral. El reto radica en facilitar el acceso a los contenidos de los bienes patrimoniales por toda la población. Para ello, es necesario el desarrollo de metodología específica para hacer accesible el patrimonio y que tenga en cuenta sus
características especiales y sus necesidades de conservación.
Actualmente, el proyecto “PATRAC Patrimonio Accesible: I+D+i para una cultura sin barreras” (proyecto liderado por GEOCISA y LABEIN en el que participa el IBV con otros 22 socios) ha desarrollado esta metodología incluyendo un análisis de la diversidad funcional de la población española, un análisis de las barreras existentes en el patrimonio español, un análisis de los productos de apoyo que pueden facilitar la
accesibilidad al patrimonio y, al mismo tiempo, se está abordando el desarrollo de productos específicos que permitan el acceso a la cultura de todos.
Con el objetivo de desarrollar los productos y sistemas necesarios para garantizar un acceso seguro y confortable al monumento, de forma no discriminatoria, para todos los ciudadanos, y de forma compatible con el bien cultural y reversible, tanto en las fases de conservación, como en la de “explotación” del patrimonio existente.
En este contexto el IBV está desarrollando junto con AZTECA y ACCIONA soluciones específicas para la accesibilidad horizontal consistentes en estructuras ligeras con pavimentos cerámicos que permitan la
inclusión de elementos que aporten información y orientación sobre el bien patrimonial y con un impacto reducido. Este sistema mejoraría la accesibilidad a la vez que permitiría distinguir la intervención con
respecto del original.
Para la construcción de un pavimento cerámico sobre-elevado accesible se deben considerar los aspectos que deben satisfacer los pavimentos en cuanto a su seguridad, su accesibilidad, y las cargas asociadas al uso. Además, el producto resultante habrá de tener en cuenta los requisitos emocionales y
funcionales de los usuarios.
Este desarrollo se espera que tenga un gran impacto debido a que de esta forma se conseguirá el acceso al patrimonio de visitantes que hasta ahora han tenido grandes dificultades, permitiendo que disfruten del derecho de acceder a los bienes patrimoniales y teniendo también en cuenta las necesidades de conservación del bien patrimonial.