Las interrelaciones y la complejidad inherente en los espacios urbanos modernos hacen difícil el análisis y la extracción de conclusiones y acciones a realizar para la mejora de condiciones de vida y la minimización del impacto ambiental. Decisiones planeadas cuidadosamente y líneas de acción establecidas tras larga reflexión pueden producir resultados totalmente inesperados a causa de particularidades, o de complejos conjuntos de reacciones por parte de los residentes o de poderes económicos no incluidos inicialmente, confiriendo gran complejidad al sistema urbano. La complejidad tiende a incrementar con el tamaño, y esto es concomitante con la concentración de servicios en ciudades, y en grandes aglomeraciones.
Las necesidades de transporte se vuelven más evidentes con el aumento de tamaño de las concentraciones urbanas. Otros sistemas muy complejos, como los seres vivos, satisfacen relaciones aproximadas entre algunas de las variables macroscópicas que los definen, conocidas como leyes de escala alométricas. En general, estas leyes expresan relaciones entre una magnitud como puede ser la disipación metabólica, o el ritmo cardíaco, y la talla o la masa del organismo. Estas dependencias se han justificado a partir de modelos que establecen la importancia de la optimización del transporte en el sistema.
En este trabajo, se exploran algunas de estas relaciones, del tipo las existentes aproximadamente en el mundo animal, con las relaciones que se encuentran entre datos de algunas ciudades modernas. Los resultados muestran una similitud razonable con las relaciones existentes en el mundo animal, lo que debe interpretarse como una aserción de la importancia del transporte en los espacios urbanos.
Por otra parte, los resultados pueden entenderse como una guía general en el comportamiento de los sistemas urbanos en el mundo actual, y en este trabajo se extraen algunas conclusiones preliminares en este tema.