CIIIHGT¿Y el suelo agrícola qué? Geopolítica de la mercancía suelo urbano y agrario y el papel del Estado, las empresas (multinacionales y transnacionales) y la fuerza de trabajo campesina en la gestión y revaloración del tejido urbano industrial en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México
De cara a las elecciones locales del 2010 y presidenciales del 2010 en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), a raíz de la reforma, por el salinato en 1992, al artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el balance de la producción-consumo de suelo urbano conlleva el reduccionismo con que se mira la relación campo-ciudad, por cierto contradictoria por sí misma, tanto como la relación agricultura e industria, respecto a las expectativas de la denominada sociedad sustentable y el desarrollo regional. Procesos que soportan irremediablemente una aparente incomprensión del trasfondo geo económico y los intereses ideológico políticos que están detrás de casos como el fallido “Aeropuerto de Texcoco”, “El Encino”, el “Centro Histórico de la Ciudad de México”, los “Distribuidores Viales”, el “Metrobus”, el “Zoológico de Chapultepec”, los Parques Nacionales desde el “Desierto de los Leones”, la “Marquesa”, el “Izta-Popo Zoquiapan y Anexos” y próximamente el Tren Suburbano de Buenavista a Cuauhtitlán-Izcalli y hoy el fallido proyecto del Tranvía en el corazón de la Metrópoli Azteca, etc.
En este sentido, el centro del poder económico y político del México contemporáneo como es la ZMCM está en abierta disputa hacia el 2010 y 2012, y en tanto sus periferias marginales tanto como Santa Fe, Pachuca, Morelos, Toluca, Puebla, no adopten el talante como el que hoy se nos presenta en términos de gestión y valoración urbana respaldado por la fuerza de trabajo campesina, subordinada por el capital inmobiliario nacional, transnacional y multinacional y no se difundan por todo el territorio nacional las políticas urbanísticas que de aquí surjan en términos de sustentabilidad, el país seguirá fragmentándose en el subdesarrollo urbano-regional y lejos de la solución a los problemas de escasez de agua y vivienda, residuos sólidos contaminantes, transporte, violencia, inseguridad, desempleo y degradación del medio natural.
En tanto las universidades públicas y privadas desde sus licenciaturas y postgrados soslayen de sus programas el estudio crítico de la ley del valor-trabajo y la teoría de la renta de la tierra y no se formen gestores urbanistas, planeadores, planificadores urbano-regionales con una conciencia crítica del país que tenemos y cuestionen el tipo de desarrollo regional que quieren los gobiernos de derecha e izquierda como representantes de la voluntad ciudadana, no pasarán de la marginalidad de la urbanización-industrialización capitalista subordinada y dependiente como la hasta ahora llevada a cabo por la tendencia de la concentración y la acumulación sostenida y sin límites del capital-imperialismo como es el caso de la frontera norte y sur donde la violencia, secuestros, tráfico de personas, armas y narcóticos han tomado carta de naturalización. Urge la creación por parte del Estado del Centro Interdisciplinario Internacional en Investigaciones Histórico Geográficas y Territoriales (CIIIHGT) que tenga por objetivo la integración del territorio y la gestión de las riquezas naturales como el suelo agrario y las potencialidades laborales en provecho de los mexicanos.