El texto analiza los componentes paisajísticos de la ciudad-racimo, una tipología de ciudad
fragmentada con características morfológicas propias, que se ha desarrollado en España
desde la aprobación de la ley del suelo de 1976 y que continúa en la actualidad. El crecimiento
residencial se organiza a partir del desarrollo de sectores independientes, delimitados entre sí
por la infraestructura viaria principal de la ciudad. Como consecuencia surgen zonas de borde
entre unos barrios y otros; además, aparecen dos nuevos tipos de calle, que denominaremos
"calle-plaza" y "avenida de frontera"; por último, se comprueba cómo la ciudad-racimo se
muestra incapaz de generar nuevas grandes calles, en el sentido histórico y paisajístico del
término. Para describir estos elementos se realiza un análisis visual de distintos ejemplos
existentes en Cáceres, ciudad española de tipo medio. El texto concluye con una discusión
donde se reflexiona sobre la idoneidad o no del modelo de crecimiento en racimo.