Estructura, Imagen Urbana, Transporte y Movilidad a través de los años en Guayaquil
DOI:
https://doi.org/10.5821/ctv.8475Palabras clave:
estructura, imagen urbana, transporte, movilidadResumen
Todo proceso de renovación urbana genera un impacto a nivel social, físico, económico, ambiental y depende de las particularidades del contexto el definir las estrategias más apropiadas para desarrollar un proyecto, sobre todo los que están ligados directamente al transporte en las ciudades (Naranjo, Y & Arellano, B., 2018).
Guayaquil y su transporte urbano han estado ligados al crecimiento de la ciudad a raíz del incremento de su población y de su economía a fines del siglo XIX. La ciudad y su centro estuvieron sometidos a un proceso de densificación comercial a partir de la década de los sesenta. Previamente su relación con el río Guayas, razón fundamental de su creación y existencia, lo que dejó de ser vital por la disminución de las actividades económicas que se desarrollaban a las orillas del río. Todos estos acontecimientos asociados a una creciente migración de la población hacia los nuevos barrios residenciales desarrollados en la periferia, y que sentaron bases para una disminución del centro de la ciudad, limitándose en gran parte a las actividades comerciales bancarias y públicas.
En el año 2006 el Municipio de Guayaquil, implementó el sistema integral de Transporte Masivo Urbano “Metrovía” y la ciudad empezaba a estar sometida a nuevas transformaciones físicas, en este caso con la implementación del nuevo sistema de transporte público masivo, que corresponde a un sistema BRT (Bus Rapid Transit) presentado con visiones sostenibles, es decir reducción de congestionamiento vehicular, movimiento de mayor cantidad de pasajeros y en menor tiempo que los buses urbanos, reducción de la contaminación ambiental y confort en su desplazamiento.
Como objetivo principal se plantea analizar el impacto y cambios que se han dado en la estructura urbana de Guayaquil con el transporte, una investigación que pretende entender justificadamente los parámetros mencionados anteriormente, a su vez el afán por conocer la movilidad de la ciudad como principal actor del espacio público, la forma como las personas se sitúan y trasladan de un lugar a otro a pie, en bicicleta o en un sistema de transporte masivo.
La metodología utilizada es cualitativa – descriptiva, con fuentes de información que plantea una revisión del “Plan de movilidad de Guayaquil” actual, las metas y acciones que se han establecido y hasta qué punto han sido implementadas o desarrolladas, así como contrastar con los objetivos que el Gobierno ha planteado en el documento público del “Plan del Buen vivir”. La revisión bibliográfica juega un papel importante para contrastar los cambios que se han dado a lo largo de los años en la movilidad de la población.
Las ciudades no mueren, crecen y se transforman, como consecuencia de la economía local, las necesidades de sus habitantes y de la capacidad de respuesta de las entidades que tienen competencias sobre el mejoramiento de su calidad de vida. Producto del crecimiento, la ciudad ha buscado implantar un mecanismo que represente mayores beneficios en términos de tiempo, dinero y calidad del servicio, pero tal vez dejando de lado el estudio de esas particularidades que denotan un respeto por el entorno construido (Naranjo, Y & Arellano, B., 2018).
En conclusión, en la ciudad de Guayaquil desde la empresa de carros urbanos hasta el sistema de Transporte público masivo Metrovía se han obtenido grandes cambios, sin embargo, esos cambios no han ofrecido, ni han garantizado una movilidad que permite establecer intermodalidad o que genere espacios donde el peatón sea el principal protagonista. El plan de movilidad planteada entre sus metas y acciones mencionaba un proyecto con equidad, integración, equilibrio y articulación de los diferentes modos de transporte, sin embargo, hasta este año no se han dado estas mejoras.