Midiendo los procesos de gentrificación en Barcelona y Madrid: una propuesta metodológica
DOI:
https://doi.org/10.5821/ctv.8680Palabras clave:
Cambio urbano, gentrificación, indicador de gentrificación, EspañaResumen
Las ciudades occidentales están experimentando intensas transformaciones en su configuración socio-espacial. Por un lado, los espacios exclusivos se expanden rápidamente desde los centros metropolitanos, de la mano de una inmigración cada vez más cualificada y de un contexto de resurgimiento de los espacios centrales vinculado a la localización de nuevas actividades productivas y a la concentración de enclaves culturales, creativos y de innovación. Por el otro, recientes estudios muestran que la población con menos ingresos se ve desplazada y concentrada en espacios más periféricos, con peor acceso a todo tipo de servicios. Como resultado, los diferentes grupos sociales se estarían alejando territorialmente. En la línea del primer proceso, el de la gentrificación es el ejemplo más local y visible para definir la transformación de un barrio. El elemento común entre las muchas definiciones interdisciplinares que se le han dado a los procesos de gentrificación, es el del reemplazo de la población, entendido como una substitución sociodemográfica consecuencia de la llegada a un territorio de población de clase media-alta que contribuye a la expulsión de los residentes previos, normalmente con menos recursos. Pese a que este proceso fue conceptualizado hace más de cinco décadas, el abordaje cuantitativo del proceso de substitución y desplazamiento de la población ha tenido menor recorrido que su abordaje teórico. Académicos e instituciones públicas de ámbito local y regional han intentado medir, desde lo cuantitativo, la gentrificación. Estas aproximaciones han buscado categorizar los barrios según la intensidad del proceso utilizando variables poblacionales, geográficas y/o urbanísticas. Pese a todo, la diversidad de las fuentes de cada país, y la dificultad de profundizar en los procesos de substitución a través de los datos, explican la falta de una metodología común y estándar para medir estos procesos a nivel internacional. En el caso español, las limitaciones a nivel de detalle geográfico del último censo de población, así como su lejanía en el tiempo, se realizó en 2011, han contribuido al vacío que tenemos sobre el enfoque cuantitativo a los procesos de gentrificación más recientes.
En este artículo proponemos un ejercicio metodológico y conceptual con el fin de calcular un indicador compuesto que mida la intensidad de los procesos de transformación sociodemográfica vinculados a la gentrificación que han experimentado los barrios de Barcelona y Madrid desde 2011 hasta 2017. El indicador incluye siete dimensiones teóricas asociadas a diferentes ejes de transformación socioeconómica del barrio: (1) rejuvenecimiento de la población; (2) cambios en la naturaleza de la población, entendida como el crecimiento de aquella procedente de los países con un Índice de Desarrollo Humano más alto; (3) cambios en las estructuras de los hogares/valores, asociado al crecimiento de los hogares unipersonales de adultos; (4) atracción a población con estudios universitarios; (5) substitución de la población, entendida como la pérdida de población sin estudios universitarios por efecto de la migración y los cambios de residencia; (6) velocidad del cambio, que introduce la capacidad transformadora de los flujos migratorios y residenciales de alterar la composición de la población; (7) transformaciones en el mercado de la vivienda, medido a través del aumento del precio. Una de las innovaciones de este indicador es la diversa naturaleza de las fuentes utilizadas, ya que contempla la utilización de fuentes demográficas de stock (el padrón continuo) y de flujos (los registros de altas y bajas del padrón acompañados de una variable socioeconómica como el nivel de instrucción), características de los hogares y sobre el mercado de la vivienda.
El resultado final del ejercicio no sólo nos ha permitido identificar qué barrios de Barcelona y Madrid han vivido procesos de gentrificación en los últimos años, sino también, y quizás más interesante, medir con qué intensidad. El indicador compuesto final se ha calculado en función de unos parámetros comunes que permiten comparar los índices de los barrios de una y otra ciudad, además de trazar los principales ejes de expansión de los procesos de gentrificación.