La globalización de los mercados, la exigencia de mayor flexibilidad de los distintos procesos
urbanos territoriales, así como la sustentabilidad ambiental y sociocultural, se convierten en las
nuevas condiciones estructurales del desarrollo turístico. Esto obliga promover una mayor
competitividad entre los enclaves turísticos. En este contexto el patrimonio cultural y natural en
zonas turísticas se convierte en un valor añadido a la oferta del turismo de sol y playa. Puerto
Vallarta como polo turístico reconocido a nivel nacional e internacional, se encuentra así ante
un panorama de opciones y escenarios posibles. Panorama crucial para determinar y construir
las bases de su desarrollo, para tener vigencia y competitividad en el esquema de procesos
que establece el siglo XXI.