Identidades fragmentadas y espacio público; la construcción social de los barrios en una ciudad turística de litoral, Puerto Vallarta Jal.

Autores/as

  • Jorge Ignacio Chavoya Gama
  • Humberto Muñoz Macias
  • Hector Javier Rendon Contreras

DOI:

https://doi.org/10.5821/ctv.8007

Resumen

En este artículo se analizan cuatro factores que integran la identidad de los habitantes en los barrios o colonias de la ciudad turística y se retoma el valor de la calidad del espacio público. En los últimos años, de la mano de nuevos procesos económicos, políticos Y culturales, en muchos barrios se han producido cambios de fisionomía y de composición poblacional, de actividades, y con ello ciertos imaginarios han tendido a desaparecer a la vez que surgen otros nuevos. El espacio público destinado a las áreas de encuentro que han perdido el sentido de identidad por parte de la sociedad es por consecuencia un espacio que deja de ser considerado como lugar. Estos sitios conllevan a un abandono y al desperdicio del espacio físico en el cual se encuentran, propiciando aversión de los vecinos y visitantes a éstos espacios al mismo tiempo, se convierten en espacios degradados que la ciudadanía evita y elimina de su imaginario urbano. Dado este escenario, el presente trabajo intentara dilucidar a que remite esta “identidad barrial”, entendiendo que la pregunta por la génesis de este tipo de identidad resulta un paso previo imprescindible para luego poder analizar los discursos sobre su mutación o desaparición. Con este fin presentamos algunos de estos cambios operados por el mercado y el Estado y frente a los cuales, de acuerdo con los vecinos, la identidad barrial se ve damnificada, sobretodo en pos ya sea del abandono o de la recualificación de ciertos espacios públicos de cara al turismo. El espacio público es el lugar de encuentros e integración social, producto de las relaciones humanas, en el que se lleva a cabo un intercambio tanto social como cultural y recreativo. Tales intercambios, son parte de las necesidades que deberá de abastecer la ciudad a la sociedad que la habita con el fin de mantener a esta en un nivel de calidad de vida no solo aceptable, sino que óptimo. Sin embargo, dichas necesidades no siempre son bien abastecidas por la ciudad, al descuidar los espacios que con anterioridad han sido destinados para llevar a cabo actividades encauzadas a satisfacerlas y generar cohesión social.

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