Todo proyecto comienza a existir a través de un objeto realizado con las manos. Al proyectar nuestras manos actúan como herramientas que se mueven entre el mundo de la materia y el pensamiento, haciendo posible el trabajo con nuestras ideas, precisándolas y fijándolas hasta convertirlas en algo construible. A partir del dibujo, de la realización de bocetos, croquis, maquetas, collages… nos es posible recorrer ese camino que hacen las ideas hasta incorporarse al mundo de la realidad física a través de un proceso en el que las acciones de pensar, dibujar y construir se suceden continuamente. Este artículo trata de profundizar en el papel que juegan nuestras manos a la hora de proyectar con el objetivo de conocer más acerca del proceso de creación del proyecto de arquitectura y de cómo éste se genera para, en último término, pronunciarnos acerca de cuestiones que nos interesan en relación con su docencia.