En el presente trabajo, gracias a la experiencia del viaje en el contexto del Máster de Conservación, se propone analizar la figura del estudiante, en tanto que viajero y no turista, de modo que este participa activamente del viaje y cómo puede repercutir en la mejora de su formación como arquitecto. Este papel alejado del mero espectador, favorece también la realización de actividades encaminadas a conocer, identificar, reflexionar, dibujar, fotografiar o analizar aquello que se ha visitado desde un punto de vista personal y sin lugar a duda mucho más crítico y libre.